Jamás aprendemos en este tiempo de vida que solo somos unos pasajeros, que vivimos a diario para demostrar a Dios quienes quieren entrar a su gloria y quienes prefieren desviarse del placer espiritual, dándole placer a la carne. Nos rodeamos de amistades y siempre tenenmos la insensatez de pensar "mira, ya no puedo ir. Mañana llego" e ignoramos que ese "mañana" siemplemente existe en el tiempo, pero nunca ha existido quien para hablar cosas buenas del mañana.
He sido parte de esos pensamiento, despreciando un saludo para hoy, prefiero saludar para mañana y han llegado esos "mañanas" que ya no los puedo saludar y que el tiempo perfecto para saludar fue "ayer".
Jugamos con la vida y el tiempo como quien juega con fuego. Experimentamos sus consecuencias, ya sea para bien o para mal. Sabemos que la vida se consume con el tiempo, así como el fuego consume con lo que se encuentra a su paso.
Tuvo que pasar esta tragedia para poder analisar, la vida se consume con el tiempo y el tiempo jamás se consumirá con la vida, pues pueda que hoy muramos y el tiempo sigue avanzando sin nuestra existencia aún hay personas que siguen pensando que el la vida les consume el tiempo e ignoran que el tiempo que consumimos viviendo solo lo dedicamos a sobrevivir.
Dedico mis suspiros y mi existencia a esos amigos que ahora he perdido sin haber pasado algunos últimos momentos de sus vidas, mas no puedo hacer que sonreir y llevar hasta mi tumba esos recuerdos que permanecen y siempre estarán. Gracias a Dios, yo fui el bendito que los tuvo como amigos.
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
jueves, 9 de agosto de 2012
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