Amanece un martes,
frío, helado, nublado.
¡Cómo síntoma melancólico!
me abraza temprano
y encamina mi alma
a la perdición de tus recuerdos.
Allí muero, allí renazco;
y es allí, donde te recuerdo,
cuando me siento vivo.
¡Y es que vida no es respirar!
la vida es amar, reír, cantar, bailar,
llorar, gritar, temer, arriesgar.
Vida, querida mía, vida sos vos.
Porque sin vos sólo respiro;
veo y no observo, oigo y no escucho.
Porque con vos amo, lloro, grito,
río, temo, arriesgo, bailo, canto.
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
martes, 5 de julio de 2016
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