No sé si aún estás,
si al recuerdo
se le llama estadía;
si la marcha física
es ausencia o no.
Te fuiste o no,
yo aquí sigo:
contemplando el alba,
el ocaso, las estrellas
junto a dos tazas con café.
Esperándote, o tal vez,
ya no te fuiste y sigues
aquí conmigo, presa,
esclavizada en mi mente.
Te fuiste o no,
yo aquí sigo por vos.
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
martes, 30 de agosto de 2016
jueves, 4 de agosto de 2016
Silencio
Tu mirada habla;
tu respiración pronuncia;
tus ojos sollozan
y tu voz calla.
¡Por qué matar el grito!
Si te hace viviente;
¿Por qué el silencio?
Si te esclaviza.
Y es que el silencio no grita,
y es que el silencio cede.
El silencio mata, envenena.
El silencio es el cáncer del alma.
Porque reprime las fuerzas
de gritar, de gozar y de reír.
tu respiración pronuncia;
tus ojos sollozan
y tu voz calla.
¡Por qué matar el grito!
Si te hace viviente;
¿Por qué el silencio?
Si te esclaviza.
Y es que el silencio no grita,
y es que el silencio cede.
El silencio mata, envenena.
El silencio es el cáncer del alma.
Porque reprime las fuerzas
de gritar, de gozar y de reír.
El silencio es cómplice,
engrandece la prudencia;
engrandece la prudencia;
eterniza un buen amor.
El silencio da inteligencia.
El silencio da inteligencia.
El silencio te ahoga,
y a veces te alimenta.
Pero en el amor, te mata;
mas te da las mejores respuestas.
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