Mírame aquí, directo a mí;
hoy estoy donde nunca quise,
desamparado, vulnerable;
susceptible y lleno de miedo
Y hoy que no estás,
resuena en mi mente
los recuerdos de vos,
de tu obsesión por reír,
por vivir la locura.
Hoy que no estás,
siento en mi piel
el aire vacío de vos.
Hoy que no estás,
agonizo al miedo.
¿A qué le temo?
a tu olvido, a tu indiferencia.
Le temo a tu odio,
a tus rencorosos deseos.
¿A qué le temo?
a tu olvido, a tu indiferencia.
Le temo a tu odio,
a tus rencorosos deseos.
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
miércoles, 21 de marzo de 2018
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