Son un misterio por descubrir,
quienes lo demuestran en su mirad.
Con simpatía y gozo de pureza
ellas hacen una gloria en la existencia.
Son tristeza y alegría en un mismo ser;
con carácter fuerte determinan la sensibilidad,
cuya sensibilidad quebranta en llanto
toda fuerza masculina ante su presencia.
Por ellas el mundo se vuelve jardín,
donde ellas son el rocío de la mañana,
la brisa del viento que lleva su aroma
y el consuelo de toda alma doliente.
Inspiran a todo hombre en cualquier arte
deslumbran con emoción en una mirada.
Son bendición en todo corazón herido
y hacen de las espinas en rosales.
Con una sonrisa muestran lo increíble,
deleitan el alma pura de todo ser
y ablandan todo corazón duro
convirtiendo de odio a amor.
Por ellas la nobleza ha tomado forma,
se encarna la delicadeza en su hablar
y la amnistía se vuelve obligación.
Por ellas en el mundo existe amor.
Tiene la fuerza de alimentar otra vida,
la pureza de fortalecerla durante un tiempo
que la llevan ligada a su vientre,
pero ésta vida queda eterna en su corazón.
Son su presencia la más hermosa bendición
que cualquiera diría ellas son el delirio de la vida.
Son poesía en carne y prosa en cuerpo.
Por ellas se da el génesis de toda musa.
En resumen de cada vida del un hombre
hay una mujer que fue amor secreto o eterno.
Por ellas nacen trovadores que susurran su arte,
por ellas nacen cantantes que alimentan su alma.
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