Cuando la inspiración
nace sin sentido,
ni humana razón.
El alma vuela en el vacío,
entre la claridad de la duda
y la oscuridad de la ausencia.
Donde no hay razón de escribir,
hay esencia de motivación;
cuya motivación es un fantasma.
¿A quién le escribo?
¿Quién lee mis versos?
Mis letras que indagan,
como alma perdida, en la nada.
Estas palabras que halagan,
palabras que que endulzan el alma
¿Quién se deleita de mis sentimientos?
¿Quién se pierde en la imaginación?
Misma que se despierta en el creyente
¿A quién le escribo? ¡Bendito sea![...]
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
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