Cuando te ausentas,
abrazo la melancolía;
beso la tristeza de mi ser
y me aferro al recuerdo.
Te marchas en instantes;
sin promesas de retorno,
sin sensaciones de fe.
Sólo caminas para ausentarte.
Y es ahí, cuando mi alma
desesperadamente indaga
en las remembranzas de la mente
las huellas amorosas que has dejado.
Cuando te ausentas,
te busco en el recuerdo
para saciar en calma
la tempestad de tu ida[...]
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
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