¿Dónde estás?, mujer
que cubres tu rostro
cuando paseas en mi sueño.
Y me niegas la luz de tus ojos.
¡Qué es de ti, misteriosa!
cuando te niegas a recorrer
mi alma en noches de insomnio
y sólo aprecio tu recuerdo fantasma.
¿Dónde estás? Mi alma te busca
en el útimo recuerdo de tu sombra
donde deja el frío tu aroma
y muere mi fe en hallarte.
No te vayas, amor mío,
que tu ausencia en mí
es muy profunda;
tan profunda como una herida.
¿Dónde estás? Es diciembre,
y tu morada ya no son mis sueños.
Mi amor te busca por las noches,
mi corazón agoniza sin tus caricias.
Ya viene enero, y con él, se asoma
el vil invierno. El frío azota mi cuerpo,
mi cuerpo abandonado; pues mi alma se fue,
se fue al sur a buscar la primavera de tus ojos.
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario