Y tal vez el teléfono nunca suene;
que jamás vas a llamar a casa.
Que nunca sabré si te fuiste,
o que nunca estuviste.
A lo mejor, no vas a llamar
pues encontraste un amor,
te encontraste algo mejor
y eso te hace no marcar.
Nunca harás esa llamada,
la que tanto he esperado;
la que no me deja dormir,
la llamada que no llega.
Tal vez aún como tonto,
sigo creyendo tus palabras;
en tus promesas vacías,
en tus juramentos muertos.
Y a lo mejor jamás vendrás,
yo sigo aquí, dejando todo pasar
para estar listo en tu regreso.
Tal vez nunca vas a llamar.
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
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