Aún sigo aquí,
esperando como siempre
algo que jamás pasará;
que nunca volverá.
Cada día reviso mi celular
y en ocasiones me siento;
lo observo detenidamente,
en silencio y sin parpadear.
¿Qué es lo que espero?
Preguntan mis amigos;
cuestiona mi familia.
Una llamada, respondo sin verlos.
Esa llamada que nunca
hará sonar mi celular,
la espero cada sábado
cuando el reloj marca las 17.
Espero volver a oír una voz
que ya no dirá mi nombre,
ver una sonrisa que grabé
y que el mundo apagó.
Es esa llamada que me inquieta,
que a veces me hace soñar
dormido o despierto,
pero anhelo oír el timbre del celular.
Y antes que el sol despida
un día más sin esa llamada,
miro al cielo con esperanza
que algún día le volveré a oír.
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario