Hoy te vuelvo a escribir;
tal vez un poco más herido,
tal vez con más sentir.
O también, más fortalecido.
Y esta noche que me acerco
no es por despecho,
o por quejarme de tu frialdad.
Esta noche es para amarte.
Dicen que el amor es libertad,
tal vez por ello siempre se van.
ëro quiero amarte, ¡Oh soledad!
para que te quedes conmigo.
Sos duradera, soledad.
Nadie niega que seas duradera.
Pero estar solo, muchas veces,
es la cura que el amor no da.
Querida soledad,
sos el infierno del deprimido;
la compañera del pasajero
y el miedo del enamorado.
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
domingo, 18 de octubre de 2015
viernes, 9 de octubre de 2015
Secreto
Hay secretos que viven
en los gritos silenciados;
secretos que son vida,
secretos que son muerte.
Sólo tú y yo sabemos,
que nos deseamos por las noches;
que nos soñamos por el día.
Le damos placer a lo prohibido.
Es esto ilegal que me da vida;
Lo ilegítimo que nos llena.
El mayor secreto que conservo,
el mejor silencio que callo.
Y en mi silencio cuando te veo,
cuando a escondidas te abrazo;
el momento que rozo tu piel
sos el más grande tesoro que escondo.
en los gritos silenciados;
secretos que son vida,
secretos que son muerte.
Sólo tú y yo sabemos,
que nos deseamos por las noches;
que nos soñamos por el día.
Le damos placer a lo prohibido.
Es esto ilegal que me da vida;
Lo ilegítimo que nos llena.
El mayor secreto que conservo,
el mejor silencio que callo.
Y en mi silencio cuando te veo,
cuando a escondidas te abrazo;
el momento que rozo tu piel
sos el más grande tesoro que escondo.
¿No ves?
Estoy sintiéndome solo;
de esa soledad que mata.
Donde me acompañas,
y abandonas mi alma.
Es esta soledad de frialdad,
es el abandono que duele.
Ese en el que estás en cuerpo,
pero no en espíritu.
¿No ves que me estoy muriendo?
Mi alma se marchita en tus silencios;
se ahoga en esos gritos de atención.
¿No ves que estamos distantes?
Cada nuevo día despierto intrigado,
si es bueno o es malo; si hablarte o no.
Pero, siempre despierto con la fe
de que tu amor por mí renazca.
¿No ves que cada minuto nos perdemos?
Que la indiferencia de tus palabras,
el mutismo de mi caprichosa razón;
la indignación de mis respuestas[...]
de esa soledad que mata.
Donde me acompañas,
y abandonas mi alma.
Es esta soledad de frialdad,
es el abandono que duele.
Ese en el que estás en cuerpo,
pero no en espíritu.
¿No ves que me estoy muriendo?
Mi alma se marchita en tus silencios;
se ahoga en esos gritos de atención.
¿No ves que estamos distantes?
Cada nuevo día despierto intrigado,
si es bueno o es malo; si hablarte o no.
Pero, siempre despierto con la fe
de que tu amor por mí renazca.
¿No ves que cada minuto nos perdemos?
Que la indiferencia de tus palabras,
el mutismo de mi caprichosa razón;
la indignación de mis respuestas[...]
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