domingo, 21 de febrero de 2016

Tu cómplice



La noche está helada; 
los vientos fríos y tristes, 
acarician la melancolía 
que acosa mi alma.
 
Las puertas se cierran, 
mas tú sos quien tiene llaves 
y no dejas escapar de ti 
ni un suspiro angustiado.

¿Por qué yo sí lo hago?
¡Porqué sólo me observas! 
No hablás más, no recriminás. 
Vos te vas, y en silencio.

Te vas con los recuerdos, 
te vas con lo que te di. 
Te vas con tanto de mí 
que me dejás sin ser yo.

La noche es tu cómplice; 
te inspira para callar, 
para que sea tu silencio 
que desgarre mi alma.

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