lunes, 14 de marzo de 2016

Sin hola, sin adiós

Llegaste como una lluvia en verano;
cuando nadie la espera, y sorprende.
Como esa lluvia que refresca la tierra,
esa lluvia que calma la sed de las flores.

Mi vida era como esas plantas;
secas,  con sed y sin esperanzas.
Era un ciclo sin lluvia, sin abundancia
hasta que te vi pasear frente a mí.

Viniste a mi vida como esa lluvia;
justo en los días que mi vida era tranquila.
Cuando era días sin pena, días sin gloria.
Donde vivir y no vivir eran casi similares.

Sin un 'hola', sin algún saludo
paseaste despacio por mi mundo;
y en el castillo del mutismo
despertaste la bulla, el relajo en mí.

Y una mañana, como las tantas de verano;
te fuiste, te marchaste tal como viniste.
Sin decir 'adiós. Sin despedirte.
Fuiste esa lluvia de paso en el mes de marzo.

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