Yo supe cuando despedirme;
tal vez no fue el momento justo,
o posiblemente sí lo fue.
Me alejé en el instante perfecto.
¡Cuánto logré amarte!
Superé los límites de la lógica;
dejé atrás mis miedos por mi sentir;
me abandoné para no abandonarte.
Amé amarte, amé como te amé.
Amé la forma en que me hiciste amar.
Fue uno de esos sentimientos puros,
cuando primero es el bienestar ajeno.
Tu amor suele ser una droga;
un infierno y a la vez es cielo.
tú sos de aquellas personas
que cicatrizan el alma.
Y si sigo amándote, o es un sentir confuso
sé que jamás quisiera volver, aunque moriría;
pero te conocí tanto, al extremo de saber
que nunca te gusta volver de donde te fuiste
"Quiero contarte, lector, la vida de un peregrino de experiencia, de buen tino, de carácter y de honor; el cual supo del dolor en el correr de los años; de perfidias y de engaños y mentidas alabanzas; vio morir sus esperanzas y cosechó desengaños..." Humberto Porta Mencos
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